Autora: Carla Carulla, psicóloga infantojuvenil en Elisabet Rodríguez -Psicologia i Psicopedagogia (Granollers).
La exposición interoceptiva es una técnica de intervención basada en evidencia científica diseñada para reducir la ansiedad y las cogniciones asociadas a las sensaciones somáticas o fisiológicas.
¿Cuáles son sus bases teóricas?
El condicionamiento interoceptivo fue un gran descubrimiento que surgió de las investigaciones sobre el condicionamiento clásico realizadas por Pavlov en los años 20. Este fenómeno se identificó, en un inicio, en animales de laboratorio y determinó qué respuestas conductuales y emocionales se condicionaban a señales fisiológicas internas.
Más adelante, los psicólogos expertos en ese campo identificaron un fenómeno similar en las poblaciones clínicas, observando que la elevada sensibilidad a las sensaciones internas parecía surgir de un condicionamiento interoceptivo, en el cual las señales somáticas eran seguidas por interpretaciones catastróficas temidas, conduciendo de esta forma a una respuesta condicionada de ansiedad.
Así entonces se desarrolló la exposición interoceptiva, con el objetivo principal de reducir la aversión a las sensaciones físicas que se han asociado a cogniciones y a experiencias emocionales desagradables. El mecanismo de acción de la EI reside en exponer a la persona al objeto o situación temida de forma repetida repetida sin la evitación o huida del sujeto. De esta manera, se espera que los pacientes aprendan que estas sensaciones son seguras y tolerables a través de un proceso de extinción o eliminación del miedo.
¿En qué trastornos se puede emplear esta técnica?
Tradicionalmente, la exposición interoceptiva ha sido utilizada como una estrategia de la terapia cognitivo conductual para tratar la sensibilidad hacia las sensaciones físicas de ansiedad y miedo en el trastorno de pánico. No obstante, esta angustia en respuesta a síntomas de ansiedad y sus consecuencias percibidas se encuentra en una gran variedad de trastornos mentales, por lo que esta técnica puede usarse en un amplio abanico de casos.

¿Cuáles son sus objetivos?
La exposición interoceptiva se utiliza con diversas finalidades:
– Conseguir la reducción de la ansiedad asociada a las sensaciones físicas.
– Poner a prueba posibles creencias del o la cliente sobre las consecuencias “catastróficas” que pueden generar estas sensaciones.
– Facilitar la gestión de las sensaciones temidas por medio de estrategias de afrontamiento que se han enseñado previamente.
– Comprobar que se tiene un papel activo en la ansiedad, es decir, que se puede provocarse él/ella mismo/a deliberadamente muchas de las sensaciones que siente en su vida cotidiana.
– Desde la Terapia de Aceptación y Compromiso, también se puede usar esta técnica con el objetivo de aceptar y tolerar los estados emocionales desagradables y las sensaciones somáticas y cogniciones asociadas sin escapar o intentar controlarlas.
¿Cómo se aplica?
La exposición interoceptiva consiste en producir de manera repetida las sensaciones físicas asociadas a la ansiedad y al miedo con el objetivo de aumentar la tolerancia y reducir la angustia asociada a estos síntomas.
Antes de aplicar la técnica de la exposición interoceptiva es necesario llevar a cabo un proceso de psicoeducación para entender mejor las bases y la naturaleza de la ansiedad. En la misma es importante explicar que la interpretación que hacemos de las respuestas somáticas es lo que en muchos casos causa la experiencia ansiosa; motivo por el cual es útil trabajar sobre esta interpretación a fin de hacerla más adaptativa.
Una vez aclarados los conceptos teóricos, se pasa a elaborar una jerarquía para la exposición interoceptiva, la cual consiste en la graduación de las sensaciones temidas por la persona, ordenadas de menor a mayor nivel de ansiedad percibida. Es importante identificar los ejercicios que más fidedignamente reproducen las sensaciones que teme la persona.
Para la práctica del ejercicio, la persona identifica en primer lugar qué es lo que más le preocupa que pueda ocurrir; al acabar el ejercicio se valora si ha sucedido tal anticipación y se puntúa el grado de ansiedad máxima experimentada en un valor de 0-100. Se repite un mismo ejercicio hasta que la ansiedad logra reducirse a la mitad o hasta que se aprende que las consecuencias temidas que anticipa no tienen lugar en la realidad. Una vez logrado, se pasa al siguiente ítem de la jerarquía, de forma que se practican y se reproducen todas las situaciones o exposiciones, así como las sensaciones físicas temidas hasta llegar a las que generan más ansiedad.
Es importante la práctica diaria de los ejercicios de exposición, ya que son una parte clave de la intervención para conseguir la generalización de los aprendizajes en las diferentes áreas vitales de la persona.
Referencias bibliográficas
Albanese, B., Bauer, B., Raudales, A., Capron, D., Schmidt, N. (2019). Repeated Exposure to Perceptual Illusion Challenges Reduces Anxiety Sensitivity Cognitive Concerns: Evidence From a Randomized Clinical Trial. Behavior Therapy, 56, 1173-1184.
Bados, A. y García-Grau, E. (2019). Técnicas de exposición Barcelona: Material de Uso Interno (no publicado).
Boettcher, H. & Barlow, D. (2019). The unique and conditional effects of interoceptive exposure in the treatment of anxiety: A functional analysis. Behaviour Research and Therapy, 117, 65-78.
Boettcher, H., Brake, A., Barlow, D. (2016). Origins and outlook of interoceptive exposure. Journal of Behavior Therapy and Experimental Psychiatry, 53, 41-51.
Boswell, J., Farchione, T., Sauer-Zavala, S., Murray, H., Fortune, M. & Barlow, D. (2013). Anxiety Sensitivity and Interoceptive Exposure: A Transdiagnostic Construct and Change Strategy. Behavior Therapy, 44, 417-431.