Recientemente Elisabet Rodríguez (Responsable de Elisabet Rodríguez – Psicología i Psicopedagogia, Granollers) ha colaborado con una nueva petición de entrevista con finalidad académica a fin de relfexionar de qué manera están presentes los estereotipos de género en la etapa infantil y cómo puede intervenirse desde la perspectiva psicoeducativa.
Los estereotipos de género se definen como ideas cualidades y expectativas sobre los atributos que los hombres y las mujeres deberían manifestar en los diferentes contextos personales y sociales. Además, hacen referencia a las funciones o roles sociales que ambos deberían ejercer, especificando la manera de relacionarse entre sí a fin de ser aceptados por la sociedad.

1. ¿Podrías decirme cuatro estereotipos de género marcados en los niños/as que hay actualmente en la sociedad?
Los estereotipos que más observo en los niños/as en mi desarrollo profesional hacen referencia a: 1) los juegos que desarrollan los chicos en el patio se corresponden con deportes como el fútbol o el baloncesto (deportes de competición) mientras que las niñas dedican el recreo a actividades como representar roles, a jugar con muñecas, etc. 2) otro estereotipo hace referencia a las actividades extraescolares realizadas: los chicos practican deportes de contacto y las niñas baile/danza, por ejemplo; 3) también se sigue dando el estereotipo del niño «atleta y hábil» en el deporte y de la niña «buena estudiante, que manifiesta actitud sumisa u obediente»; 4) finalmente un cuarto estereotipo hace referencia a que los niños deben tender a solucionar los conflcitos mediante peleas (con agresividad) mientras que las niñas deben hacerlo de manera más pacífica (mediante el diálogo).
2. ¿Crees que influye la familia en la formación de los ideales, creencias y personalidad de los niños? ¿Y la escuela?
Desde el punto de vista de la psicología evolutiva, la psicología social y la sociología se pone de manifiesto que el agente socializador primario en los niños/as es la familia y que la escuela, a pesar de que también tiene una influencia relevante, se considera un agente socializador secundario.
3. ¿Todos los padres y madres son conscientes que su forma de hacer es la que determinará la personalidad e ideales de sus hijos?
Desgraciadamente, no todas las familias tienen el conocimiento y la conciencia de hasta qué punto devienen el modelo más importante de referencia en el desarrollo personal y psicológico de sus hijos/as. Generalizar usualmente es injusto, pero sí que nos encontramos, especialmente a nivel profesional con muchas problemáticas infantiles que se tienen que reorientar y reconducir interviniendo también con las figuras parentales.
También es cierto que a medida que el/la menor va creciendo, entran en juego otros agentes socializadores importantes como son los iguales y las amistades o la vivencia de otras experiencias individuales significativas. Así, el hecho de adoptar una postura determinista que defienda que el estilo educativo parental es la única influencia que condicionará cómo es la personalidad del niño o niña, considero que no es acertado.
4. ¿Es difícil modificar todo aquello que ha adquirido un niño/a en los primeros años de aprendizaje y desarrollo integral?
La conducta es un fenómeno sensiblemente modificable de manera ambiental (modificando los factores del contexto de desarrollo del niño/a), sobre todo durante los primeros años de vida en que el individuo se está madurando y todavía no dispone de ciertos patrones de comportamiento excesivamente interiorizados. A medida que el/la menor va haciéndose mayor esta interiorización se va haciendo más firme y puede ser más difícil el cambio, pero no imposible; de hecho, se pueden conseguir cambios sustanciales a nivel psicológico y comportamental también en la etapa adulta.
Ahora bien, la manifestación de una determinada conducta o comportamiento deriva de la confluencia de diferentes factores: unos ambientales o contextuales y otros más internos o de predisposición biológica. Por ejemplo, el nivel de evolución y mejora es muy dispar en un niño/a que presenta TDAH (una problemática que está relacionada con alteración de estructuras neurobiológicas y disfunción neurocognitiva) y otro/a que presenta un trastorno de ansiedad social (muy vinculado a causas ambientales y contextuales). En el primero, la capacidad de aprendizaje y el proceso de maduración se encuentran más comprometidos que en el segundo, que devienen problemáticas o circunstancias más puntuales y reversibles.
5. ¿ Crees que los niños se plantean o se cuestionan el “por qué” de todos aquellos cánones de género preestablecidos por la sociedad? ¿Cómo tendrían que actuar las familias si ellos se lo preguntaran?
Los niños a edades tempranas, por etapa evolutiva, son poco capaces de ser conscientes de estas cuestiones. La capacidad de reflexión y de analizar en profundidad las situaciones es una de las aptitudes que aparece más tarde en el ser humano. Por lo tanto, son las figuras educativas, parentales, principalmente, las que tienen que acompañar los niños y las niñas en este proceso.
En primer lugar cabe que analizar qué postura presentan los padres y madres en relación a esta cuestión, puesto que si estas figuras presentan un estilo cognitivo basado en prejuicios y estereotipos, un razonamiento poco flexible o adaptativo, será más complicado que los pequeños o pequeñas adopten una manera de pensar diferente a esta.
6. Alguna vez te has encontrado en la situación en la cual se han dado diferencias de género? Si es así, ¿cómo has reaccionado ante las familias? Y estas, ¿qué han hecho al respeto?
Relacionado con la situación que se plantea en la pregunta, ahora estamos atendiendo un caso en que una chica (adolescente) practica ballet como actividad escolar pero presenta una morfología corporal fuerte, una complexión grande. Esto la ha llevado a compararse desfavorablemente hacia las compañeras de ballet y ha contribuido, entre otros factores, a desarrollar mucha insatisfacción respecto de su imagen corporal. El trabajo a realizar con esta paciente se encuentra orientado a deshacer algunas creencias disfuncionales y estereotipadas sobre «cómo tiene que ser un cuerpo femenino». En este caso, la familia se ha mostrado receptiva a mostrar apoyo y ayudar a su hija para superar este malestar.
7. Crees que este problema ha cambiado en los últimos años? ¿Hay diferencias entre los niños entre tres a cinco años y, por ejemplo, entre los que tienen nueve?
Hay que decir que, profesionalmente, no acostumbro a trabajar con niños tan pequeños y quizás no dispongo de información de primera mano. Aun así, creo que no se observan diferencias significativas en niños y niñas tan pequeños y considerando una diferencia de edad tan corta. Sí se podrían observar diferencias comparando niños y niñas de, por ejemplo, 10 años de edad con sus homólogos 10-15 años atrás.

8. ¿Alguna vez has notado algún indicio que te indique que la sociedad ha evolucionado en los últimos años respecto de este tema?
Bajo mi punto de vista, sí observo más capacidad de reafirmación en las niñas ante conflictos con niños, menos sumisión por su parte. A parte, observo que los padres cada vez más inscriben a sus hijos chicos para hacer actividades de dibujo o baile y a las hijas en ocupaciones como el fútbol o el baloncesto.
9. ¿Crees que es posible emplear o crear métodos para combatir estos estereotipos de género empezando por los niños?
Sí, está claro. Una parte esencial recae en que los niños y niñas puedan observar modelos y figuras de referencia que normalicen la rotura con los roles de género y los estereotipos. Cuando en los medios de comunicación aparecen chicas o mujeres que reflejan, por ejemplo, independencia de la mujer respecto de la figura masculina o un nivel de competencia en un área de conocimiento concreto, se visibiliza una perspectiva hacia los roles de género más equitativa e igualitaria. Los padres pueden acompañar a los hijos y a las hijas a que conozcan este tipo de ejemplos indicados.
También es importante que en las escuelas, los libros de texto y las actitvitades que se propongan incluyan más referentes históricos femeninos, puesto que la mayoría son masulinos.
10. Si empezamos por la base, ¿podemos hacer que la sociedad cambie y deje atrás estos cañones?
Sí, pero es un cambio complejo que requerirá mucha implicación y mucho tiempo para hacerse visible. Cómo decía los agentes educadores y adultos referentes tienen que incorporar esta perspectiva más inclusiva.
11. ¿Cómo crees que se podría conseguir? ¿Cómo afectaría esto a los niños/as?
Cómo decía en las anteriores respuestas, cabe realizar un cambio general social en todos los agentes educativos de referencia, como algunos de los ejemplos comentados. Una de las consecuencias positivas para los niños sería por ejemplo, disminuir las interacciones entre hombres y mujeres de forma desigual (de dominancia-sumisión), así como el nivel de maltrato de los primeros hacia las segundas y se favorecería un mayor nivel de respeto entre todos los individuos de la sociedad por igual.