TDAH: ORIGEN, SÍNTOMAS Y PAUTAS DE INTERVENCIÓN

Autora: Laura García (psicopedagoga en Elisabet Rodríguez – Psicologia i Psicopedagogia (Granollers).

El concepto de TDAH

El TDAH es un trastorno en aumento en los últimos años en general, un hecho que define de forma muy particular el tipo de sociedad actual y el ritmo de vida que la población tiende a llevar, tanto los adultos como los niños y niñas. Este trastorno se define como la alteración del neurodesarrollo más prevalente en la edad pediátrica.

La primera definición sobre este trastorno fue hecha por G. Still en 1902, cuando realizó un estudio en 43 niños que presentaban graves problemas de atención mantenida y de la autorregulación de la conducta. En 1914 A. Tredgol creía que podría ser causado por una disfunción cerebral secundaria a un tipo de encefalitis donde quedaba afectada el área del comportamiento. En 1957 Lauferr y Denhoff hablaron por primera vez de síndrome hipercinético, pero no fue hasta 1968 que fue por primera vez incluido en el DSM-II como reacción hipercinética en la infancia. 

El TDAH se conceptualiza por ser un trastorno del neurodesarrollo que implica exceso en actividad motriz, impulsividad y déficit de atención. Para que ello se diagnostique, es necesario que la conducta esté presente en dos o más ámbitos de la vida del niño. Es multifactorial, es decir, causado por la confluencia de factores genéticos y ambientales, tiene una elevada heredabilidad, se asocia con problemas de rendimiento académico, adaptación, familiar y laboral. Es tres veces más frecuente en hombres que en mujeres y el 50% de los casos persiste en la edad adulta. Su prevalencia es de entre 5,9 y 7,1% en edad escolar y un 5% en edad adulta. 

Las bases neurobiológicas del TDAH

Diferentes estudios realizados hasta el momento han podido descubrir que el TDAH se debe a una alteración en el lóbulo prefrontal. Se han detectado anomalías en el funcionamiento de estas estructuras a nivel químico y estructural. A nivel químico se ha detectado una alteración de los neurotransmisores: dopamina y noradrenalina. 

Por otra parte, a nivel estructural se ha observado menor volumen cerebral total, disminución del volumen en el córtex prefrontal derecho, del tamaño del caudado y otros núcleos de la base de los hemisferios cerebelosos y del lóbulo postero-inferior del vermis cerebeloso. 

SÍNTOMAS

Detrás de este trastorno se esconden otras disfunciones que se deben trabajar en durante la intervención psicológica para poder lograr avances significativos: baja memoria de trabajo, baja flexibilidad mental, falta de planificación, déficit de inhibición de respuestas, etc. Así mismo, se pueden presentar encontrar comorbilidades con otros trastornos como la dislexia, discalculia, TEL, Tourette, autismo, trastornos de conducta, discapacidad intelectual… Se puede dar el caso que en la familia existan patrones similares en algún individuo o simplemente se deba a un estrés secundario.

 

¿Cómo se diagnostica el TDAH?

Manuales como el DSM-V y el CIE-10 recogen criterios diagnósticos suficientes para abordar la evaluación de este trastorno. Aún así, no existe ningún test específico para hacer el diagnóstico concreto sobre este trastorno, si no que mediante la combinación de pruebas médicas, neurocognitivas, psicológicas y entrevistas realizadas a los diferentes agentes que atienden a esa persona (familia o equipo docente, entre otros). Este debe realizarse por un especialista con entrenamiento y experiencia en TDAH. 

Cabe tener en cuenta que este trastorno se puede presentar con predominio de déficit de atención, con predominio de hiperactividad o impulsividad o se puede presentar de manera combinada. 

Estrategias para regular la conducta en el TDAH

Las siguientes pautas pueden ser muy efectivas cuando se interactúa con una persona que presenta trastorno de déficit de atención (con hiperactividad). En general, este colectivo suele funcionar mejor en situaciones estructuradas y previstas con anterioridad. Además, se recomienda lo siguiente:

1. Trabajar el autocontrol
2. Reforzar la conducta adecuada
3. Aplicar técnicas de modificación de la conducta
4. Evitar realizar críticas delante de los demás
5. Evitar el uso excesivo del castigo
6. Explicar el comportamiento que se espera de él/la
7. Describir su conducta para hacerla consciente evitando el verbo ser («eres un desastre»)

Referencias bibliográficas

Barkley, R.A. (1995): Niños hiperactivos. Cómo comprender y atender sus necesidades especiales. Editorial: Paidós.

Guía práctica con recomendaciones de actuación para los centros educativos en los casos de alumnos con TDAH. Elaborado por: STILL (Asociación balear de padres de niños con TDAH).

Guía para la Atención Educativa del Alumnado con Trastorno por Déficit de Atención con Hiperactividad. Elaborada por: Servicio de Programas Educativos y Atención a la Diversidad.

Guía de actuación con el alumnado con TDA-H (Déficit de atención con hiperactividad). Elaborada por: ADAHIGI, AHIDA, ANADAHI  y Eusko Jaurlaritzaren Argitalpen Zerbitzu Nagusia (Servicio Central de Publicaciones del Gobierno Vasco) Vitoria-Gasteiz.

Guía de Práctica Clínica sobre el Trastorno por Déficit de Atención con Hiperactividad en niños y adolescentes. Madrid: Plan Nacional para el Sistema Nacional de Salud del Ministerio de Sanidad y Consumo. Agència d’Avaluació de Tecnologia i Recerca Mèdiques de Cataluña; 2009.

Miranda, C. A. y Santamaría, M. M. (1986): Hiperactividad y dificultades de aprendizaje. Análisis y técnicas de recuperación. Editorial: Promolibro.

Moreno, I.(2005). El niño hiperactivo. (Guías para padres). Editorial: Pirámide.