LA ADRENALINA: FUNCIONES EN EL SISTEMA NERVIOSO Y EN EL ORGANISMO

Autora: Montse Vaca, neuropsicóloga en Elisabet Rodríguez – Psicologia i Psicopedagogia (Granollers).

¿Qué es la adrenalina?

La adrenalina o epinefrina es una molécula que actúa como neurotransmisor, como hormona e incluso como medicamento. Desde un punto de vista químico pertenece al grupo de las catecolaminas, que se definen como un tipo de molécula sencilla cuya función se orienta a preparar al propio organismo ante situaciones de estrés.

La adrenalina es una de las hormonas más conocidas por su específica y concreta vinculación a las respuestas de alerta, lucha o huida que el individuo debe emitir en momentos de experiencias adversas o de peligro. Esta provoca un efecto significativo en el sistema nervioso cuando su presencia se encuentra en el torrente sanguíneo, ya que es la encargada de activar el sistema nervioso simpático ante la experiencia de una potencial amenaza para el sujeto o en circunstancias que implican una intensa actividad motora.

La adrenalina como hormona

La adrenalina es considerada una hormona ya que cumple con la definición de sustancia química secretada por una glándula que alcanza los órganos en los que actúa a través de la sangre. Es sintetizada por la médula de las glándulas suprarrenales. Esto ocurre cuando el cerebro recibe un estímulo para activar nuestro cuerpo y se da la orden a las glándulas suprarrenales de liberar adrenalina a la sangre. A través de la sangre se transporta la adrenalina por el cuerpo para que ésta interactúe con órganos que tienen receptores adrenérgicos. La unión de la adrenalina a estos receptores provocará cambios bioquímicos en el interior de las células.

Los efectos de la adrenalina a nivel hormonal son muy diversos, en función de los órganos sobre los que puede actuar:

  • Corazón: provoca un aumento del ritmo cardíaco, las contracciones cardíacas y la conducción eléctrica, de este modo el corazón se prepara para bombear la sangre de forma más rápida.
  • Arterias: provoca una contracción en los músculos de las arterias, aumentando la tensión. La sangre y los líquidos se reparten mejor por el organismo.
  • Ojos: la adrenalina favorece la apertura de la pupila de forma que entra más luz al ojo y podemos observar mejor todo aquello que nos rodea.
  • Pulmones: aumentan el ritmo respiratorio y se dilatan los bronquios para poder admitir más oxígeno.
  • Hígado: se estimula el consumo de glucógeno para disponer de más energía.
  • Páncreas: aumenta la secreción de glucagón y baja la secreción de insulina con el objetivo de aumentar la cantidad de glucosa en sangre.
  • Piel: se da una contracción de los músculos piloerectores, lo que se conoce comúnmente como “ponerse los pelos de punta”.
  • Tejido adiposo: se estimula la quema de grasas de esta forma hay más energía disponible para los músculos a través de las grasas y no de los azúcares.
  • Intestinos: el músculo intestinal se relaja y aumenta el tono del esfínter anal para evitar evacuar en un momento de huida o peligro.
  • Útero: la adrenalina puede retrasar el parto en momentos de riesgo elevado así como puede detener la menstruación.
Photo by Pixabay on Pexels.com

La adrenalina como neurotransmisor

Por otra parte, la adrenalina también actúa como un neurotransmisor debido a que es capaz de transmitir un impulso nervioso en la sinapsis neuronal, es decir, en la comunicación entre neuronas. Las neuronas que usan adrenalina en el sistema nervioso central tienen relación con el control de la presión arterial y la integración de los estímulos para lograr una respuesta cognitiva adecuada en diferentes situaciones.

La adrenalina como medicamento

Adicionalmente en el entorno de la medicina, la adrenalina se encuentra implicada en las siguientes funciones:

  • La anestesia inyectable se combina con adrenalina para controlar la zona en la que la anestesia se activa. Al anestesiar una parte del cuerpo, de forma selectiva se pierde la sensibilidad en una parte del organismo sobre la que se pretende incidir, evitando que la sangre reparta la anestesia por todo el cuerpo y acorte su efecto. La adrenalina genera una vasoconstricción local dificultando que la sangre se lleve la anestesia a otras zonas del cuerpo donde no es necesaria y queda concentrada en la zona objeto.
  • Por otra parte, se utiliza también para contrarrestar los síntomas de un shock anafiláctico. En casos de alergias severas se produce una vasodilatación grande con una bajada de tensión y cierre de la garganta. En este caso la adrenalina por vía intramuscular relaja las vías aéreas, sube la tensión y participa en el control del edema ayudando a paliar los efectos del shock anafiláctico.
  • Finalmente, se emplea además en en proceso de reanimación cardiopulmonar junto con otras medidas para estimular el músculo cardíaco.

Aunque la adrenalina tiene efectos positivos en el sistema nervioso y, más concretamente en la propia mente un uso excesivo de ella puede acarrear consecuencias nocivas como el desarrollo de enfermedades, entre las que destacan el estrés crónico, las cefaleas, los síntomas de ansiedad, la hipertensión, las náuseas, el insomnio o determinados problemas digestivos.

Referencias bibliográficas

Lucini MC, Bustamante L, Serrano G, Parisi C. Tratamiento de anafilaxia en médicos relacionados con Emergencias. Arch Alergia Inmunol Clin 2006;37(Suppl 2):48-9

Psicothema, 1995. Vol. 7, n.° 1, pp. 113-128

Deja una respuesta

Introduce tus datos o haz clic en un icono para iniciar sesión:

Logo de WordPress.com

Estás comentando usando tu cuenta de WordPress.com. Salir /  Cambiar )

Imagen de Twitter

Estás comentando usando tu cuenta de Twitter. Salir /  Cambiar )

Foto de Facebook

Estás comentando usando tu cuenta de Facebook. Salir /  Cambiar )

Conectando a %s

A %d blogueros les gusta esto:
search previous next tag category expand menu location phone mail time cart zoom edit close