Autora: Carla Carulla, psicóloga infantojuvenil en Elisabet Rodríguez – Psicologia i Psicopedagogia (Granollers).
¿Cómo se define el miedo escénico?
El miedo escénico o pánico escénico es un miedo irracional e intenso a situaciones en las que se está expuesto a la posible evaluación por parte de otras personas. Las personas con dicho pánico experimentan temor intenso a comportarse o a mostrar síntomas de ansiedad que sean evaluados de manera desfavorable, por lo que evitan o se resisten a exponerse a contextos en los que deben hablar en público o ser el centro de atención.
Es habitual presentar cierto nerviosismo ante situaciones de esta naturaleza, ya sea haciendo una presentación en clase, dando una conferencia o presentando un proyecto importante en el trabajo. ¿Se pueden incluir este tipo de malestar en forma de malestar y preocupación en la categoría de pánico escénico? En un principio no. Este fenómeno ocurre cuando el malestar que supone hacer la exposición en cuestión es tan grande que interfiere en el propio funcionamiento, genera bloqueos o lleva a evitar dichas situaciones por todos los medios, provocando consecuencias psicológicas adversas en las diversas áreas vitales de una persona.
¿Cómo aparece el miedo escénico?
El miedo escénico se suele relacionar con tendencias al perfeccionismo y con la ansiedad anticipatoria, así como con la presencia de diversos errores cognitivos. Los sesgos cognitivos son interpretaciones erróneas de la información disponible que influyen en el procesamiento de la realidad o de una situación e interfieren a la hora de emitir juicios y tomar decisiones. Dichos sesgos están presentes en la vida de todas las personas, influyendo en la percepción de diversas situaciones a las que uno se enfrenta en su día a día. Cuando una persona con miedo escénico entra en una situación de exposición, algunos de los sesgos cognitivos más frecuentes son los siguientes:
- La subestimación de las propias capacidades y recursos
- La sobreestimación de la probabilidad de cometer errores
- El pensar que los demás se darán cuenta de absolutamente todos los síntomas de ansiedad que se puedan experimentar
- La sobreestimación de la probabilidad e intensidad de la crítica y el rechazo por parte de los demás
¿De qué manera se manifiesta este miedo en las situaciones de exposición pública?
El miedo escénico se manifiesta a diferentes niveles:
- A nivel fisiológico es frecuente sentir sensación de ahogo, temblores, dificultades para respirar, taquicardia, sudoración, mareos, boca seca, etc.
- A nivel psicológico se puede experimentar confusión, dificultad para la concentración, déficits de memoria y pensamientos anticipatorios catastróficos.
- Finalmente, a nivel conductual se puede traducir en un volumen bajo de voz, una habla demasiado rápida, tartamudez, silencios o torpeza motriz.

¿En qué se basan las estrategias psicológicas más eficaces en la gestión del miedo escénico?
La terapia más eficaz para este tipo de dificultad consiste en la terapia cognitivo-conductual, que combina estrategias como las técnicas de respiración o relajación, estrategias cognitivas a nivel de pensamiento y la terapia de exposición, que consiste en la exposición gradual y mediante estrategias de afrontamiento los estímulos temidos.
– Las sensaciones físicas propias de la ansiedad son un aspecto que genera mucha preocupación en las personas con pánico escénico; es frecuente que se experimenten preocupaciones sobre si los demás van a notar que tiembla la voz, que se acelera la respiración o que tiemblan las manos. Para poder abordar dichas reacciones fisiológicas con mayor seguridad, en terapia se enseñan técnicas de relajación como pueden ser la respiración diafragmática o la relajación progresiva de Jacobson para ayudar al propio cuerpo a rebajar la activación propia de la ansiedad y que estas sensaciones generen una menor interferencia.
– Otro aspecto clave en dicha problemática son los pensamientos irracionales. Cuando una persona con miedo escénico se expone a situaciones en público se suelen generar pensamientos negativos irracionales como por ejemplo “Me voy a poner nerviosa en la presentación, pensarán que no valgo para ello y fracasaré” o “Notarán que estoy ansioso y se van a reír de mi”.
Este tipo de pensamientos de cuestionan y se rebaten en terapia con técnicas como la reestructuración cognitiva y se pueden manejar en la situación misma con el uso de autoinstrucciones, que consiste en darse a uno mismo mensajes como los siguientes “tranquila, respira, puedes hacerlo, esto no define tu valor, las sensaciones de la ansiedad van a ir desapareciendo, etc.”, adaptadas a cada caso en particular. Aquí tiene también un papel fundamental el trabajar los diversos sesgos cognitivos mencionados anteriormente para adoptar una visión más realista tanto de los propios recursos y capacidades, como de la probabilidad de cometer errores o las consecuencias que dichos puedan tener en como nos perciben los demás.
– Finalmente, tras haber trabajado e incorporado las estrategias previamente mencionadas, es necesaria la exposición controlada y progresiva a los estímulos temidos. El tratar de evitar o huir de las situaciones de presentación o exposición pública, a pesar de generar un alivio a corto plazo, a medio y largo plazo acaban incrementando el miedo, la ansiedad, y la percepción de incapacidad. Por lo que afrontar en un entorno seguro y de manera gradual las situaciones temidas, será el modelo de terapia adecuado.
A través de este tipo de intervención, se esperan principalmente tres objetivos. En primer lugar, se espera aprender a romper la asociación entre las situaciones temidas y las reacciones de ansiedad y por lo tanto responder de otro modo en dichas situaciones. En segundo lugar, aprender que las consecuencias negativas que se anticipan en el gran porcentaje de casos no ocurren. Y, en tercer lugar, aprender que la ansiedad puede ser gestionada y reducida con las técnicas de afrontamiento que se trabajen en terapia.
Si te sientes identificado o identificada con la problemática expuesta, no dudes en pedir ayuda profesional y empezar a trabajar para afrontar estos miedos y ganar seguridad en ti mismo/a.
Referencias bibliográficas
Mora, I. V., & Saritama, E. Q. (2019). MIEDO ESCÉNICO Y LA SUPERACIÓN PSICOLÓGICA EN ESTUDIANTES UNIVERSITARIOS. Psicología Unemi, 3(4), 39-49.